Por fin, despues de más de dos semanas perdido de la mano de dios he llegado a un sitio desde donde puedo escribiros. Victoria Falls, en Zimbawe, es una especie de parque tematico construido alrededor de las cataratas que llevan el mismo nombre. Las cataratas geniales, y la ciudad aunque sea poco aventurero decirlo, es un alivio despues de tanto tiempo entre selvas, desiertos y deltas perdidos.
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Mi anterior parada ‘civilizada’ habia sido Swakopmund, donde despues de una serie de coincidencias y la buena fe de dos de mis compañeros de viaje, pude colarme en una mini avioneta con otros cuatro pasajeros para sobrevolar el desierto del Namib y la costa de los esqueletos en Namibia. Algo que en circunstancias normales estaria totalmente fuera de mi presupuesto..
Las dunas del Namib desde arriba parecen como un bol lleno de natillas espesas, no hay parametros determinados y solo se ven ondulaciones que no responden a ningun orden establecido. Te puedes quedar ensimismado mirandolas, hasta que de golpe te das cuenta de que el mar esta peleando con ellas. La costa de los esqueletos es famosa por la pelea díaria entre el desierto y el mar. No hay transicion, y las dunas se deshacen encima del mar con la esperanza de ganarle la batallá…y lo consiguen, muestra de ello son los esqueletos de los barcos que se encuentran en mitad del desierto debido al avance de este sobre el mar. También hay huesos de ballenas aunque desde el airé no se podían apreciar.
Despues de hora y medía de vuelo, de un looping de los de los pilotos de red bull y de su correspondiente vomitona al volver al suelo, el desierto de Namib y su color rojizo seran una de las cosas que estoy seguro se me quedaran grabadas en la cabeza para el resto de mi viaje.
Al día siguiente salímos diréccion al norte de Namibia, en un viaje que duraria dos días y con dos consiguientes paradas para pasar la noche. La primera la pasamos en una zona Himba, una tribo descendiente de los másais keniatas, y que según pudimos ver en su poblado, esta totalmente vendida al turismo, obligando a el 80% de sus niños a no estudíar y quedarse en la aldea para que la ‘tradicion’ no se pierda… No se, muchas veces los turistas buscan este tipo de cosas, tribus orgullosas que se llenan la piel de barro y cantan alrededor de una hoguera, pero a lo mejor habria que ir más allá y preguntarse si el niño nacido en esa tribu tiene derecho a intentar aspirar a salír de las chozas de barro, por muy monas que queden sus fotos ahí metido…
Como contraposicion a esto, el día siguiente lo pasamos en un pueblo de verdad, de gente de la calle con jeans rotos y gallínas cuya vida esta más que contada. Fuimos a la escuela donde estudían los niños, hablamos con la maestra (si alguno quereis echrales una mano o ir a trabajar allí o algo dejadme un mensaje y nos ponemos en contacto), con los niños (que se morian por hablar con nosotros y contarnos cosas, sin pedir un duro), fuimos a la iglesia, donde los cantos están por encima de los rezos, y nos hicimos fotos con la peña, que solo pedía ver las fotos despues de hechas.
Estuve a punto de coger un barco para cruzar el rio y sacarme esa foto al otro lado (angoleño) y que dice ‘estas ilegalmente en Angola’, pero al final opte por una noche de cervezas con el personal del camping, y con un chaval de 14 años que es una pena que su unica aspiracion sea ser un guia (es lo mejor pagado allí), puesto que tenía una cultura que muchos chavales de 20 en España no la tienen.
Y despues…por fin, despues de tanto camino polvoriento…Etosha, el gran parque nacional de Namibia. Tuvimos la mala suerte de que nada más llegar vimos a más de 30 elefantes bebiendo en un pozo de agua y cargandose un arbol, así que el resto de días parecieron algo más sosos.
Etosha es una reserva inmesa, llena de Jirafas, rinocerontes negros, leones, y un montón de tipos de antilopes (que vimos y degustamos). Los dos días que he pasado allí han sido tremendos, para recordar. Africa en estado puro.
Tengo muchos recuerdos del parque, pero me quedo con esa carrera de 500 metros para poder sacar un anochecer de los de sol de huevo frito con tomate, y al llegar, en el momento justo, cuando tienes la camara en la mano, ves que algo te tapa el sol, algo que te hace enfurecerte por 15 milesimás de segúndo, hasta que te das cuenta que eso que te tapa el solo rojo es una jirafa, y entonces ensimismado sacas esa foto de la national geographic que siempre has pensado que estaba trucada y era imposible de sacar. Clic. Solo por esa foto ha merecido la pena ir a Etosha.
Despues de Etosha, nos encaminamos hacia Botswana, un pais precioso pero que pasa del turismo mochilero y prefiere centrarse en el turismo de gente de pasta, de lodges tremendos y excursiones tremendas para los ojos y para el bolsillo. así que mi presupuesto se ha resentido de lo lindo.
Pasamos tres días en el Delta del Okavango, un ecosistema unico, donde para moverse lo mejor es alquilar un mokoro, una canoa pequeña y alargada que impulsada por un remero local te lleva a ras de agua por todo el delta. Antes las hacian de ‘arbol salchicha’ pero visto que se iban a cargar todos los arboles al final el gobierno ha dado subvenciones para fabricar mokoros de fibra de vidrio, que son iguales, más baratos, y más ecologicos.
El delta en si una pasada….despues de un primer día de mokoro llegamos al campamento base (por llamarlo de alguna manera), un trozo de tierra que los remeros se encargaron de desbrozar arramplando con los arboles para que pudieramos poner las tiendas. Inquietante el hecho de que todo el suelo estuviera lleno de mierda de elefante, hipopotamo y bufalo…
Por la noche pudimos escuchar a los hipopotamos en la orilla del campamento, aunque tuvimos suerte de que los elefantes no se vinieran a dar un paseo…
Al día siguiente nos fuimos a buscar hipopotamos, el animal que mata más gente en Africa. Bonachon y gordo, tiene unos dientes que te pueden destrozar el mokoro y a ti de un bocado. Afortunadamente los remeros no son tontos y no se acercan más de lo necesario… Ver animales en su habitat es una pasada…y sabeis cual es el mejor modo de apreciarlos?… con un safari andando…cosa que hicimos al día siguiente.
Nos levantamos a las 6 de la mañana, nos reunimos todo el campamento y el jefe de los remeros nos explico las condiciones para no ser bocado de fiera salvaje: Si vemos un elefante tenemos que alejarnos de las crias y ponernos en contra del viento para que no nos huelan, si vemos un leon tenemos que quedarnos quietos, quitarnos las gafas de sol, no mirarle a los ojos y esperar a que se vaya… y si vemos un bufalo…tenemos que salír corriendo en zig-zag, subirnos a una arbol y rezar a la virgen maria.
En fin, un acojone tremendo, y antes de darme cuenta ahí estaba yo, con tres guias con un hacha (lo ideal para pegarse con un bufalo o un leon…y tal), en fila de a uno, buscando bichos en medio de su habitat. El sentimiento es un poco como en parque jurasíco, con vallás rotas, excrementos de bichos que no conoces y huellas de lo más inquietante.
Al final vimos varios elefantes, y una cebra, pero más que lo que se ve es lo que se intuye, el estar siempre atento, expectante, mirando a todos los lados…tremendo, una y no más santo tomás.
Todavía tengo que contaros más cosas de Botswana y Zimbawe, pero me estoy quedando sin tiempo y tengo que contestar un montón de e-mails….os prometo que en cuanto vuelva a pillar internet aqui me tendreis!!. Un abrazo a todos!
En bejar también somos como una de esas tribus. También se pueden hacer safaris por candelario y guijuelo y si hay suerte puedes ver algun marrano y degustarlo en un buen bar.
Parece que poco a poco te vas metiendo en el Africa de documental de la 2: desiertos, bichos fieros, safari,…
Ademas de la cabeza supongo que habras tenido que afeitarte la perillita, con lo mono que estabas, jeje.
un abrazo y cuidate
¿Cuando decias que salías de África? Porque parece que te gusta como para quedarte.
Sencillamente alucinante. Menudo viaje más espectacular. Me pido primero para ver las fotos!! hehe.
Lo de los turistas que quieren que la gente siga siendo pobre e ignorante es una de las cosas que mas me indigna. Aqui lo vivi de cerca con mis companeras cooperantes: estaban cabreadas porque habia centros comerciales en Lhasa.
Y digo yo, si a ellas les gusta que haya en su ciudad, por que los tibetanos no tienen derecho a disfrutar de las mismas comodidades? Enfadate mas bien por la falta de agua en los pueblos, o la mierda de educacion que reciben…
Tus relatos,cada vez mas emocionantes y tus reflexiones,hacen pensar lo injusta que es la vida.Una expriencia como la que estás viviendo,pienso que te hace plantearte muchas cosas de nuestro civilizado mundo.Cuidate mucho.Bibi
Que emocionante todo!!! Una reflexion> quiza ese niño tenga una mejor vida siendo guia y manteniendo el orgullo de ser miembro de su tribu, que ser un sin papeles anonimo que vende el topmanta en cualquier agujero de cualquier estacion de metro de cualquier capital europea (lastimosamente es lo que consiguen la mayoria de aquellos que aspiran a salir de su realidad en Africa. Una pena….
Hola cali!ya tenia ganas de saber que tal te iba por esos mundos perdidos…por lo que has contado debe ser precioso aquello, me he imaginado la foto de la jirafa y me han entrado ansias de verla…jejeje. Sigue cuidándote, que de momento lo estás haciendo muy bien. Un besote!Y SUERTE
Llevo un mes sin conectarme a internet (auténticas vacaciones diría yo pero decir eso en esta página precisamente…). Hoy hemos aterrizado de nuevo en Cabrerizos y creo que puede denominarse perfectamente «mono» a las ganas que tenía de leerte de nuevo .Así que en cuanto hemos acostado a la gente menuda, he corrido como una posesa dispuesta a darme el atracón.
¡Qué bien, ya me siento mejor!.
Muchos besos.
joer… q miedo yo no seria capaz de estar ahi en medio ni de coña xD
disfrutalo mucho q son dos dias.
besos
un besazo muy grande…
Supongo que lo del miedo a los perros y a los moscardones es agua pasado no? jejeje
Un beso, guapisimo.
Buenas Alberto:
Te he conocido por el blog de Morigan y me encanta leer las peripecias de la gente que nos gusta viajar, como soy malisimo escribiendo me dedico a leer lo de los demas…. mucha suerte y a disfrutar y viva salamanca.
¡Qué tal señor Kali!
Hacía tiempo que no pasaba por aquí, ando bastante liado con los exámenes… Cuando acabe terminaré de leer todas las entradas del blog, que todavía tengo bastantes pendientes, y así enterarme de todo lo que has hecho en este tiempo.
Bueno, pues lo dicho, pásalo muy bien y vuelve, no te quedes a vivir por esos lares que El Mundonauta y La Voz te necesitan.
¡Saludos!
¡Hola Kiko! soy Martín, ¿por donde vas ahora? he visto el video del puenting y yo de mayor lo voy a hacer también.Mi madre me cuenta lo que tu escribes en el ordenador y me gusta mucho imaginarme todo lo que estás viendo.La próxima vez que des la vuelta al mundo iré contigo, si me dejas.Nos acordamos muchas veces de ti.Te mando muchiiiiiiiiisimos besos de parte tambien de Lucía.Hasta la próxima.
Martín.
Acabamos de ver el video y fotos de tu salto al vacío. Sí, si, impresionante, acongojante! (me he equivocado de adjetivo, es el otro). Te parecerá mentira y hasta bobalicón que sabiendo que eso ya es pasado, su contemplación me ha puesto nervioso. ¡Qué será, imagino, verlo en directo y lo que es más, vivirlo como tú!. ¿Ha sido táctica viajera meterte pal body, nada más llegar, esas altas dosis de emoción y adrenalina como preparación para que las emociones posteriores sean nada?
Para los incrédulos que piensan que andas oculto por Cabrerizos City y que desde allí envías tus crónicas, aseguro y doy fe que ese puenting que he visto no es posible llevarlo a cabo en su entorno.
Recibe nuestro abrazo con los deseos que todo te vaya bien, nos lo cuentes dejándolo en tu web, pues te seguimos emocionados, aprendiendo de paso mucha geografía africana y despejando muchos errores: como por ejemplo a mi particularmente me sonaba bien Lesotho, creyendo que era algo bien dentro de Sudáfrica, pero después de tus comentarios queda claro que no hay más que pobreza, chabolas de metal y chozas circulares parecidas a las de los Ancares (que por aquí también tenemos cosas parecidas a las de Africa, que llamamos tipismo)
Alberto, cuídate, disfruta y hasta otro momento. Manolo y Candy