Un no parar.
Así han sido mis últimás 3 semanas.
Somos dos: Después de un mes y medio entrenando Muay Thai y viajando por Tailandía tocaba recibir a mi compañera de viaje, mi novia Ana. Entre manifestaciones y atascos tardé casí dos horas en llegar al aeropuerto!.
Y ahí estaba. Cansada después de la paliza de los vuelos y con muchas ganas de descubrir mundo. ¡Empezaba nuestro viaje!.
Viajar dos personas es más fácil, y mucho más barato. Una habitación vale igual para uno que para dos, se puede compartir comída, y si hay que coger un taxi se comparten los gastos
Somos siete: Tres días después llegaron unos amigos de Cuenca, que venían a pasar un par de semanas con nosotros. Hemos hecho trekking, visto cataratas, cabañas, templos, islas, cuevas€¦
Viajar siete personas es más complicado, todo se mueve más lento, uno hace pis, otro tiene que comprar una postal, y cuando te das cuenta hay tres mini grupos y hay que buscarse mutuamente.
Afortunadamente las ganas de viaje son gordas, así que nos los pasamos debuti.
Somos nueve: En el sur de Tailandía se nos unieron dos amigos más, de Ciudad Real. ¡Ya éramos nueve!.
Viajar nueve personas es como tener una familia numerosa. Un jaleo desorganizado, pero muy divertido. Es un número ideal para copar furgonetas, barcas y cualquier tipo de transporte. Punto de inflexión en el que sale más barato coger el transporte entero que pagar por plazas individuales. Somos VIP. Esto es ya como estar en un campamento.
Somos cinco: Se nos van 4 de los amigos de Cuenca, y nos vamos a Camboya. Hemos ganado velocidad de movimiento, pero hemos perdido cachondeo. Al pedir comída al centro hay menos platos, y además hemos perdido el transporte VIP.
La morriña nos dura poco, porque en menos de 8 horas ya tenemos un jaleo montado con los autobuses, los timadores de frontera, timos a tutiplén€¦ en fin, lo que es un viaje!. Llegamos reventados a los templos de Angkor, y le pillamos el truqui a nuestro nuevo número. ¡Siempre juntos! . Siendo cinco no da para dividirse en grupos.
Seremos dos: Nos vamos a Phnom Penh dentro de una hora, y pasaremos un par de días allí. Y luego€¦¡ nuestros amigos se marchan! .
Han sido unas semanas geniales, en las que hemos hecho mil cosas. Cuando viajas tú solo, y tienes todo el tiempo del mundo por delante, el ritmo de viaje es mucho más lento. Si me gusta una ciudad pues me quedo unos días€¦ o semanas, según vea. Puedo pasar un día entero leyendo en una hamaca, sin problemás.
Pero, cuando incorporas a amigos a tu viaje, todo se acelera. Ellos vienen dos semanas y ¡ lo quieren ver todo!. Y tú quieres enseñárselo todo, aquel sitio donde estuviste, esa isla, coger ese barco, probar ese plato, vivir esa aventura!
Las aventuras son como los coches, necesitan cambiar de velocidad y tener acelerones para que la maquinaria no se llene de carboncillo. Y os aseguro que viajar en un grupo de nueve durante unas semanas es el mejor acelerón que se le puede pegar a un viaje. Y con buena gente, maja y simpática, mucho mejor.
En unos días el río volverá a la calma, y seremos dos. Bajaremos un par de marchas, y volveremos a navegar a vela por el mar de la aventura.
¡¡Ohhh qué bonic!!
Lástima no poder unirnos en vuestro viaje, bueno, otra vez será jeje
¡Qué disfrutéis!
Sonia
Después de un mes y medio entrenando Muay Thai estarás como un toro pero con moratones por todo el cuerpo. Me alegro que te lo pases muy bien y ahora con Ana pues mejor para que te cuide los golpes.Un abrazo.
«Ya no viajo solo» -titulas- . Nunca lo has hecho, siempre nos has tenido detrás; sin hacer ruido, pero ahí hemos estado y estamos detrás de ti, siguiéndote por todos los lugares que has pasado. Tú abriendo camino, nosotros silenciosos y cómodos, muy cómodos, saltando de país en país, de aventura en aventura…, sin calor, sin frío. Contemplando paisajes, monumentos, personajes en las imágenes que acompañas. Por cierto me gustan las cuatro intermitentes de la cabecera de tu web.
«Somos dos, somos nueve, somos siete, somos cinco, somos dos,…»
Sois dos y todos nosotros, que juntos somos muchos y puede costaros un pastón el peaje o trinque o como se llame por ahí, pasar la frontera a Camboya.
Suerte y que todo vaya bien
Si yo me decido algún dia dar la vuelta al mundo, cosa poco probable,
me gustaría contar con tus servicios de experto guía y abrecaminos.
¿Eres muy caro?
-Manolo-
hey alberto!!!
nos conocimos durante tu viaje de 2007-08 en laos, concretamente en vang vieng. no se si lo recordarás. hoy navegando por la red (por pura casualidad) he llegado a tu link y me he puesto a echarle un vistazo al ver que de nuevo estás en ruta. pero para más casualidades leo en uno de los post que viajas con una pareja de ciudad real (por un tiempo) y justo debajo veo en la foto a david. me viene a la memoria lo del pañuelo. lo conozco porque trabajamos en el mismo centro y mañana cuando se lo cuente pues pensará en ese pañuelo que es este mundo. pues nada más que eso, saludarte y desearte un buen viaje 😉